Síndrome de Apnea Hipopnea del Sueño ¿Tratamiento con CPAP o cirugía?

El tratamiento de elección cuando se diagnostica un SAOS severo, o bien leve-moderado pero con otras enfermedades asociadas es la CPAP, de la que ya hemos hablado en otras entradas anteriores.

La CPAP ha demostrado su eficacia corrigiendo las apneas obstructivas, mixtas y, en ocasiones, las centrales, elimina las hipopneas y debe suprimir el ronquido. Se ha demostrado que evita la desaturación de oxígeno, y por tanto los microdespertares normalizando la arquitectura del sueño. Con ello, mejora los síntomas del SAOS, disminuyendo la somnolencia diurna, y mejorando las capacidades de memoria y concentración. Por otro lado el tratamiento con CPAP parece normalizar las cifras de tensión arterial en amplio número de sujetos hipertensos, y mejora la insuficiencia cardíaca.
Sin embargo, hay ocasiones en las que el sujeto con apneas no tolera dicho dispositivo, bien por diversos problemas de mala adaptación, bien por dificultad para conciliar el sueño, o incluso por la molestia de transportar el dispositivo en personas que viajan con frecuencia. Este tipo de pacientes demandan una alternativa a la CPAP para poder controlar su enfermedad.
Son muchas las técnicas quirúrgicas que se han descrito para evitar el colapso de la vía aérea. El objetivo de cada una de ellas es ensanchar el tramo obstruido allá donde reside el problema. Así pues las técnicas más frecuentemente utilizadas son aquéllas que consisten en la resección de parte del paladar y amígdalas. Existen otras técnicas quirúrgicas destinadas a la ampliación de la luz faringea anteroposteriormente mediante un avanze de la mandíbula y maxilar. Otras técnicas van encaminadas a la mejora de la respiración nasal.
Otra alternativa a la CPAP para el control de la vía aérea son las prótesis de avance mandibular, que son dispositivos intraorales con cuyo uso la mandíbula y por tanto la lengua son desplazados hacia adelante, al tiempo que modifican la tensión de los músculos dilatadores faríngeos, mejorando así la permeabilidad de la vía aérea.
Decir que todas estas técnicas si bien tienen un menor índice de mejora del número de apneas que la CPAP, sí pueden conseguir, muchas veces de forma combinada, mejoras importantes en ciertos casos, y son una alternativa que ha de ofrecerse a aquellas personas que no son capaces de tolerar la CPAP por diversas causas. Es el especialista en otorrinolaringología el que ha de evaluar la vía aérea superior para determinar dónde radica el problema obstructivo y así poder planificar un tratamiento quirúrgico.

Hasta la próxima!!

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